Por Osval Antonio Montesinos López
Gracias a los avances en las tecnologías digitales, hoy en día es posible la automatización y digitalización de muchos trabajos, procesos y servicios; lo que está generando grandes cantidades de datos. Estos datos se colectan y analizan para brindar una visión profunda de procesos y comportamientos humanos. Por esta razón, a los datos se le llama el nuevo petróleo, ya que “los datos en este siglo son lo que el petróleo fue el siglo pasado”: un motor para el cambio, el crecimiento y el éxito. Mientras que los algoritmos estadísticos y de machine learning son las refinerías que extraen información y conocimiento de datos sin procesar para mejorar la toma de decisiones (Sejnowski, 2018). El terminó “Big Data” se ha acuñado para referirse a la manipulación de grandes cantidades de datos. Todos los días estamos creando alrededor de 2.5 quintillones de bytes de datos, to que implica que casi el 90% de los datos en el mundo se generaron en los últimos dos años. Esta capacidad sin precedentes para generar datos es posible a numerosas fuentes como: redes sociales (twitter, youtube, whatsapp, instagram, etc.), satélites, sensores, audio, videos, imágenes, etc. Por ejemplo, Google procesa más de 40,000 búsquedas cada segundo (es decir, 3.5 mil millones de búsquedas por día, se envían 456,000 tuits y se miran 4,146,600 videos de youtube por minuto; y cada minuto, se realizan 154,200 llamadas de Skype, se envían 156 millones de correos electrónicos, se escriben 16 millones de mensajes de texto, etc. En otras palabras, la cantidad de datos aumenta día a día en volumen, velocidad, variedad y valor.
Publicación: El comentario semanal